NUEVA YORK- Nueva York es sinónimo de libertad y tierra de oportunidades para muchos inmigrantes que se sienten más protegidos en este estado que en zonas como Arizona o Alabama.
Sin embargo, un programa federal impuesto por primera vez en el estado hace año y medio ya ha resultado en la deportación de aproximadamente 1,000 extranjeros, según cifras oficiales.
También está acelerando la emisión de órdenes de detención migratoria que dejan a una persona bajo custodia del gobierno para ser deportada, aseguran abogados y activistas.
En un estado que ha abierto las puertas a inmigrantes durante décadas, activistas y abogados aseguran que Comunidades Seguras genera, de hecho, un ambiente de inseguridad: daña la relación entre la policía y los hispanos, con mujeres temerosas de reportar incidentes de violencia doméstica a las autoridades, y genera más tensión en zonas como Long Island, donde crímenes agravados por la intolerancia racial contra hispanos ya dejaron un ambiente lleno de controversia hace años.
El programa Comunidades Seguras del gobierno estadounidense, bajo el cual la policía local debe enviar las huellas dactilares de arrestados al FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, es muy reciente en muchos condados de Nueva York, pero tiene el potencial de aumentar drásticamente el número de expulsiones, aseguran expertos y abogados de inmigración.
Desde que Comunidades Seguras finalizó su implementación en todo el estado el 15 de mayo, grupos de defensa de inmigrantes se han apresurado a organizar reuniones informativas.
La Coalición Latinoamericana de Cónsules de Nueva York (CLACNY) organizó un foro recientemente para hablar del tema y repartir folletos que decían: "Si usted está bajo custodia de la policía o ICE (Agencia de Inmigración y Control de Aduanas) usted tiene derecho a mantenerse en silencio y no firmar ningún papel".
Iniciado en el 2008 por el gobierno de George W. Bush, Comunidades Seguras ha ayudado a deportar en Estados Unidos a 147.400 inmigrantes con antecedentes penales, incluyendo a más de 54.200 acusados de crímenes violentos como asesinato, violación y abuso sexual de niños, dijo Luis Martínez, portavoz de ICE en Nueva York.
En el año fiscal 2011, un 55% de las casi 400,000 personas deportadas por ICE fueron extranjeros con antecedentes penales. El mes pasado el programa ya había entrado en vigor en 3,074 jurisdicciones de 50 estados y cuatro territorios.
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