Los cazadores desfilaron por las oficinas del Departamento de Vida Silvestre, en el municipio de Fredon, para comprobar la legitimidad de sus permisos, donde tampoco faltó la protesta de los miembros de organizaciones protectoras de animales
Miles de cazadores penetraron los bosques del noroeste buscando en las profundidades los peludos animales que acaban con el ganado y otros animales domésticos.
El director estatal de la División de Pesca y Vida Silvestre, David Chanda, dijo que tradicionalmente el 5 ó 7 por ciento de los permisos emitidos provocan muertes, por lo que considera que hasta 700 osos negros podrían ser asesinados esta semana.
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