Por Ana Pereyra
A diferencia de otros países, las elecciones en República Dominicana están cargadas de folcklor, relajo y chabacanería, mientras las propuestas serias y trabajos de gobierno de los candidatos quedan relegadas —por ponerle un lugar— a un segundo término.
La idiosincrasia del dominicano es así, primero la “chercha”, luego lo demás. Las connotaciones del pueblo es lo que “pega” y el “relajo” impera, es por ello que “Llegó papá” y “Ahora con mamá, esa pela va”, se han convertido en un “himno nacional”, cuando los candidatos llegan a cualquier lugar.
Los eslogans de “Llegó Papá” y “Llegó Mamá” se han convertido en el relajo de la campaña, donde los más osados le están sacando un partido del diablo, como decimos nosotros los dominicanos, confeccionandos gorras, camisetas, afiches, vasos y abanicos de cartón, entre otros objetos.
Los candidatos se dejan llevar por la efervescencia del “relajo” y se olvidan de la esencia, para crear y dirigir un planteamiento serio en su plataforma de campaña, para poder convencer al electorado.
En cada discurso o intervención, los candidatos ofrecen los mismos chantajes, las mismas mentiras y las mismas falsas promesas que olividarán al segundo mismo de “terciarse” la banda presidencial.
Los políticos juegan con la inteligencia de los pueblos, creen que la gente sigue con el juego de “Llegó Papá”, “Llegó Mamá”, pueden olvidar su pasado lleno de carencias a la hora de servir a los intereses de la mayoría.
Los que no tenemos filiación política, nos gustaría escuchar propuestas concretas, creíbles, viables para tomar decisiones a la hora de depositar nuestro voto.
Estamos de acuerdo en que los candidatos deben bajar de sus altares y darse un “baño de pueblo”, para así ver la realidad de la gente, pero la chercha debe tener su momento, no todo debe ser folclor.
Nuestros políticos deben de “aterrizar”, estamos hartos de que cada cuatro años la misma pela, la misma demagogia, la misma fanfarronería, la misma burla, el mismo saqueo al erario público por parte del gobierno de turno.
Los políticos están como dice un loco de mi barrio, “esto no lo cambia nadie” y talvez él esté más cuerdo que nosotros.
Que no nos vendan ilusiones, ni cherchas, ni relajos, de esos ingredientes estamos “jartos”, ademas con la chabacanería no se va al supermercado, aunque talvez se ganen unas elecciones, porque como dice el refrán “cuando hace calor la batata es un refresco”.
Ana Pereyra es una periodista dominicana residente en Nueva Jersey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario