Este sábado 16, la República
Dominicana conmemora un año más de La Restauración de la
República, una guerra de guerrillas de 1863 a 1865, entre los
nacionalistas dominicanos y España, la que había recolonizado el país con
ayuda del conservadurismo dominicano, 17 años después de su independencia.
La guerra
terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del
territorio patrio.
Cada 16 de
agosto es un día de fiesta nacional en la República Dominicana, así
como el día que el Presidente dominicano es juramentado
en su cargo cada cuatro años.
El terrateniente
y caudillo Pedro Santana fue el promotor de la anexión de la
República Dominicana a España, en 1861.
El general
Santana había arrebatado la Presidencia a Buenaventura Báez, quien había
quebrado la Tesorería de la nación con grandes ganancias en provecho propio, en
un claro acto de corrupción.
Frente a una
crisis económica, así como la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, Santana
pidió a España que retomara el control del país, después de un
período de sólo 17 años de independencia.
El entonces
joven general Gregorio Luperón encabezó a los rebeldes en la lucha por
restablecer la soberanía dominicana.
El 16 de
agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Luperón y
Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en la capital Santo Domingo y
levantaron la Bandera Nacional en el cerro de Capotillo, Dajabón.
Esta acción, conocida como el Grito de Capotillo,
fue el comienzo de la guerra.
En el otro
lado del Océano Atlántico, las cortes decidieron que no querían financiar una
guerra por un territorio que en realidad no necesitaban, y el 3 de
marzo de 1865, la reina Isabel II firmó la anulación de la anexión. El 15
de julio, las tropas españolas abandonaron la isla.
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