jueves, 22 de enero de 2015

La necesidad de unir a los dominicanos de Essex

A Fondo
Por Rolando Hernández

"Si  la libertad consiste en algo, es en dicerle a los demas lo que no quieren oir", George Orwell

Desde su formación  hace más de diez años el Desfile  y Festival Cultural Dominicano del  Condado Essex, Nueva Jersey ha tenido como finalidad mantener en alto la cultura dominicana en Estados Unidos.
Esto se ha logrado  a pesar de las altas y bajas que ha sufrido la organización en su reciente historia.
Los dominicanos, una comunidad numerosa en el Condado Essex  ha presentado su carta de presentación con la realización de su desfile. Eso en  realidad tiene resultados positivos.
Sin embargo,  en los últimos años, el desfile ha perdido representividad, en el sentido que a penas se puede desfilar y mucho menos hablar de lo que puede ser un festival artístico-cultural que a penas alcanza para la presentación de contados artistas locales sin la mínima coordinación humana y tecnológica posible.

Ni  hablar de los hispanos que  se congregan  a esperar su acostumbrado desfile, los cuales se enteran del desfile el día de su realización. La comunicación interna y externa ha tocado los niveles más bajos en el desfile.

Lo mismo ha ocurrido con la representatividad cultural, donde  más que cultural, el desfile ha devenido  en una pasarela estridente y de última categoría.

En todo esto,han jugado una primordial función, las respectivas directivas que lo han dirigido desde su nacimiento en el 2003, las cuales, al parecer no han asumido  con la debida responsabilidad la organización y realización del desfile.

Los directivos siguen actuando por capricho e  incluso, intereses personales a la hora de organizar el evento.
Todas las directivas sin excepción que han jurado respetar los estatutos, han hecho todo lo contrario en el sentido de que en vez de permanecer unidas, no hacen nada más que dividirse en pedazos, lo que al final afecta,  debilita y corroe  la organización.

El personalismo y no la institucionalidad mantienen embrujado al desfile dominicano, que  aunque no puede escapar a cualquier crisis (algo normal), la realidad es que vive en una eterna crisis de liderazgo.
Es más, la situación,  es tal que el siete de diciembre del 2014 fue electa una nueva directiva y el 18 de enero pasado fue elegida otra. Dichas directivas la enceabezan Reysa Fernández y Halmar Castillo.
La realidad es que  ambas directivas fueron electas en vulneración a  la parte institucional, no solo de los estatutos, procedimientos, sino en que ninguna contó con el respaldo del voto de los dominicanos residentes en el Condado Essex, los cuales tienen ese derecho luego de la modificación  que  se hizo a los estatutos en el 2012. 

Lo correcto no es que se presente una sola plancha  a las elecciones, sino  que desde la directiva existente,  se creen las condiciones y se cumpla con los plazos a fin de que se cuente con la mayor participación posible de aspirantes y votantes.

Como todas las comunidades, la dominicana en Essex cuenta con perrsonas interesadas que  tienen la suficiente capacidad para dirigir su desfile, el cual no es una institución privada, sino sin fines de lucro, e incluso de carácter público.

 Será que el desfile le produce significativos elementos económicos a sus directivos?  Hasta donde se tiene entendido en ningún desfile, la junta directiva percibe salario alguno por sus funciones. Entonces, cuál es el interés de permanecer a como de lugar en esas posiciones ?

Aunque se  plantee lo contrario, lo cierto es que las directivas siguen incurriendo en la debilidad de usar un desfile que funcione para una minoría y no para la mayoría como originalmente se pleanteó.

Si los dominicanos desean tener un desfile respetable y fuerte deben pensar en fortalecer la institucionalidad y dejar sin efecto las elecciones en que las  que fueron escogidas las actuales dos directivas, de lo contrario será un juez quien decidirá en la corte la suerte de la organización. 

Esta última parte, no es lo mas aconsejable, porque al fin  de cuentas quien tendrá todas las de perder será la comunidad dominicana residente en el Condado Essex.

Dominicanos, es hora de hacer desaparecer las diferencias que los mantienen divididos y unirse en los puntos que los hacen comunes para fortalecer su presencia en el Condado Essex. De otra manera  habrá que esperar.
  *Los articulos publicados no representan la opinion de Nosotrosnj ni de su director, sino de los autores.

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