A Fondo
Por Rolando Hernández
"Si la libertad consiste en algo, es en
dicerle a los demas lo que no quieren oir", George Orwell
Desde su formación hace más de diez años el Desfile y Festival Cultural Dominicano del Condado Essex, Nueva Jersey ha tenido como finalidad mantener en alto la cultura dominicana en Estados Unidos.
Esto se ha logrado a pesar de las altas y bajas que
ha sufrido la organización en su reciente historia.
Los dominicanos, una comunidad numerosa en el
Condado Essex ha presentado su carta de presentación con la realización
de su desfile. Eso en realidad tiene resultados positivos.
Sin embargo, en los últimos años, el desfile ha
perdido representividad, en el sentido que a penas se puede desfilar y mucho
menos hablar de lo que puede ser un festival artístico-cultural que a penas
alcanza para la presentación de contados artistas locales sin la mínima coordinación
humana y tecnológica posible.
Ni hablar de los hispanos que se
congregan a esperar su acostumbrado desfile, los cuales se enteran del
desfile el día de su realización. La comunicación interna y
externa ha tocado los niveles más bajos en el desfile.
Lo mismo ha
ocurrido con la representatividad cultural, donde más que
cultural, el desfile ha devenido en una pasarela estridente y de
última categoría.
En todo esto,han jugado una primordial función, las
respectivas directivas que lo han dirigido desde su nacimiento en el 2003, las
cuales, al parecer no han asumido con la debida responsabilidad la
organización y realización del desfile.
Los directivos
siguen actuando por capricho e incluso, intereses personales a la hora de
organizar el evento.
Todas las
directivas sin excepción que han jurado respetar los estatutos, han hecho todo
lo contrario en el sentido de que en vez de permanecer unidas, no hacen
nada más que dividirse en pedazos, lo que al final afecta, debilita y
corroe la organización.
El personalismo y no la institucionalidad mantienen
embrujado al desfile dominicano, que aunque no puede escapar a
cualquier crisis (algo normal), la realidad es que vive en una eterna crisis de
liderazgo.
Es más, la
situación, es tal que el siete de diciembre del 2014 fue electa una
nueva directiva y el 18 de enero pasado fue elegida otra. Dichas directivas la
enceabezan Reysa Fernández y Halmar Castillo.
La realidad es
que ambas directivas fueron electas en vulneración a la parte
institucional, no solo de los estatutos, procedimientos, sino en que
ninguna contó con el respaldo del voto de los dominicanos residentes en el
Condado Essex, los cuales tienen ese derecho luego de la
modificación que se hizo a los estatutos en el 2012.
Lo correcto no
es que se presente una sola plancha a las elecciones, sino que
desde la directiva existente, se creen las condiciones y se
cumpla con los plazos a fin de que se cuente con la mayor
participación posible de aspirantes y votantes.
Como todas las
comunidades, la dominicana en Essex cuenta con
perrsonas interesadas que tienen la suficiente
capacidad para dirigir su desfile, el cual no es una institución
privada, sino sin fines de lucro, e incluso de carácter público.
Será que
el desfile le produce significativos elementos económicos a sus
directivos? Hasta donde se tiene entendido en ningún desfile, la
junta directiva percibe salario alguno por sus funciones. Entonces, cuál es el
interés de permanecer a como de lugar en esas posiciones ?
Aunque se plantee lo contrario, lo cierto es que
las directivas siguen incurriendo en la debilidad de usar un desfile que
funcione para una minoría y no para la mayoría como originalmente se pleanteó.
Si los dominicanos desean tener un desfile respetable y
fuerte deben pensar en fortalecer la institucionalidad y dejar sin efecto las
elecciones en que las que fueron escogidas las actuales dos
directivas, de lo contrario será un juez quien decidirá en la corte
la suerte de la organización.
Esta última parte, no es lo mas aconsejable, porque al
fin de cuentas quien tendrá todas las de perder será la comunidad
dominicana residente en el Condado Essex.
Dominicanos,
es hora de hacer desaparecer las diferencias que los mantienen
divididos y unirse en los puntos que los hacen comunes para fortalecer
su presencia en el Condado Essex. De otra manera habrá que esperar.
*Los articulos publicados no representan la opinion de Nosotrosnj ni de su director, sino de los autores.
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