Los políticos
son iguales que unas marionetas, se han convertido en un cáncer que está acabando
con la humanidad y lo peor que le puede suceder a una madre es, que su hijo se
“meta” a político.
Son más falsos
que una moneda, bailan más que un trompo y se comportan como cualquier
prostituta, pero no vende su “servicio” a cualquier cliente, vende su dignidad,
la fe, la esperanza y la confianza que
los electores ponen en ellos.
Se han
convertido en una desgracia mundial, es un germen que día a día se va
carcomiendo el mundo, son unos charlatanes, perversos, ladrones y quedamos
cortos.
Saltan de un
partido a otro, como un mono de una rama a otra, solo ven sus conveniencias y
las de sus bolsillos, y el pueblo esperando un milagro, un Mesías que le
resuelva las necesidades básicas, como educación, salud y vivienda.
Con razón, decían
nuestros abuelos, “el que cree en político, no cree en Dios”, y así es, en
tiempo de campana prometen, prometen… y si te descuidas, hasta donde dicen
Cirilo.
Son tantas
las canciones y escritos que se han escrito a los políticos, pero nos quedamos cortos, ellos son más mentirosos,
más fríos y perversos de lo que nos imaginamos, son una verdadera lacra social,
que como el cáncer van matando una a una la esperanza de los pueblos.
Que vergüenza!
para una madre es tener que decir mi hijo es un político, eso huele a saqueo, deshonra
y promesas incumplidas.
Vamos a meterlos todos en un saco, para sacar uno, que
aunque sea malo, perverso, ladrón, maquiavélico, falto de escrúpulos, manipulador
del hambre y la desigualdad social, por lo menos es uno solo y no los miles y
miles que están regados por el mundo.
Son tan malos
que se cubren las espaldas entre ellos mismos, tapan sus faltas, sus desfalcos
a la cosa pública, pero lo peor es que
somos nosotros los ingenuos, olvidadizos
y pendejos que creemos en sus discursos de mala muerte y sin consciencia, y con
el estómago vacío los elegimos.
Que
sufrimiento el de esa madre, tener que aguantar tanto dolor por su hijo
“metido” a político, una carrera, donde con poco tiempo se asciende y te hace
millonario como por arte de magia.
Pobre madre!
Con tanta ilusión tuvo en su vientre a esa criatura durante nueve meses, pensando
que iba a ser el predestinado y se convirtió en un político.
Cuantos insultos ha tenido que aguantar, cada vez que
esos políticos las embarran. Lo
primero es que le llaman puta, cuando para dirigirse a sus hijos les vociferan
“oye lo que dijo o hizo ese hijo e’ puta”, que culpa tienen las madres de que
sus hijos se “metan” a políticos, Ah! Se me olvidaba decirles, al que le sirva
la camisa que se la ponga.
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