martes, 11 de junio de 2013

Cuando la información era un secreto

Por Ing. Ramón Alburquerque
Lo cierto es que muchas veces decimos:: “los líderes de antes eran genios, sabían mucho de todo, por eso solucionaban los mass difíciles problemas con felicidad, qué grandes eran Balaguer, Bosch y Peña”.

Este juicio olvida, que hace 15 años la información era un secreto manejado por los líderes de uno a otro. Las llamadas telefónicas internacionales costaban la impagable suma de 20 pesos el minuto situación que mantenía las personas aisladas. 

Olvidan que la televisión local era un poco mas que un paquito, limitada a 2, 3,4 o cinco canales, a excepción de Radio Televisión Dominicana, en verdad parecían ventorrillos sin capacidad de informar ni ofrecer conocimientos avanzados como hacen Animal Planet, CNN, Fox, Univisión, RAI, TVE, TV5, DW, BBC, y otras. 

Ignoran que no existían diarios digitales ni portales al alcance de todos con una mínima inversión. La principal fuente de información eran las revistas y libros con cinco, diez y hasta mas años de retraso. La radio y la televisión manejaba noticia local o actividades recreativa de limitada calidad, casi racionada, constreñida a unas cuantas estaciones y a pocos canales. Las revistas líderes eran Life, Time, Readers Digest, Bohio; los periódicos The Wall Street, Washington Post, Le Mond, ABC, EL MERCUCIO, EL UNIVERSAL, EL CARIBE, EL LISTIN DIARIO, EL NACIONAL, AHORA, RUMBO y los suplementos de periódicos, representaban los sitios colectivos donde se abrevaba para calmar la sed de saber. 

Se omite que la gente no tenía recursos para comprar servios de comunicación realmente caros. Por estos motivos, los líderes terminaban siendo fuentes de información directa de todos. 

Cuando Peña llegaba de sus frecuentes viajes, nos reuníamos en torno a la radio o televisor, a escuchar Tribuna Democrática o verlos en la pantalla, porque era una de la formas mas eficaz de estar informados. 

Las alocuciones, reportajes y libros de Don Juan eran la fuente informativa y la escuela de muchos/as dominicanos/as. 

Balaguer constituía una cátedra viviente con sus alocuciones grandilocuentes llenas de cita a veces imprecisas que de común nadie examinaba y se tomaban como ciertas.

Lo que ocurre hoy es todo lo contrario. La información y el conocimiento son una oferta abierta al gran público, a través de la ultra desarrollada telefonía fija y móvil, televisión satelital y digital, la Internet y las mil formas de transmisión de sonido, imagen y textos.

Las informaciones están al alcance de todos, y para una persona impactar por sus informaciones o conocimientos, tiene que ser verdaderamente extraordinaria.

Es casi seguro que mucha gente sencilla tenga hoy tanta información y quizás más, que los tres “grandes líderes del pasado”, pero al mismo tiempo, las personas de la calle disponen de un arsenal de conocimiento igualmente impresionante. 

Los líderes de hoy cuando viajan no traen nada nuevo porque todo lo que hacen o dicen, o dejen de hacer, nos llega de inmediato. Tenemos un mundo instantáneo. ¡Una aldea global!

Ante la fuerza de estas verdades, debemos desmitificar los famosos líderes para estudiarlos como privilegiados de una época que aprovecharon al máximo.

Si ahondamos, tal vez nos decepcionen, porque casi de seguro debieron hacer mucho mas de lo que hicieron, al tener el monopolio de la información, que es como decir el monopolio de la verdad o la razón, porque en todas las épocas, la INFORMACIÓN ES PODER Y SABER.

No hay comentarios:

Publicar un comentario