jueves, 18 de septiembre de 2014

Producen energía masticando chicle

Quizás no sea un complemento muy estético, pero puede ser útil: una correa que se ajusta en la barbilla y convierte los movimientos de la mandíbula en electricidad.

Así, masticar podría producir la energía necesaria para cargar pequeños dispositivos, por ejemplo audífonos.

Esa es la invención de un equipo de ingenieros, que crearon la correa con un material “inteligente” que se carga de electricidad cuando se estira.

Según Aidin Delnavaz y Jeremie Voix, de la École de Technologie Supérieure de Montreal, en Canadá, los movimientos de mandíbula son buenos candidatos para ofrecer energía natural.
Los investigadores, que se especializan en tecnología auditiva, quieren hacer uso de esa energía para no depender de baterías desechables.

“Buscamos todas las fuentes de energía que hay disponibles”, le dijo Voix a la BBC. Entre ellas, el calor que hay dentro del canal auditivo y los movimientos generales de la cabeza.

“Pero en el proceso nos dimos cuenta de que cuando movemos la mandíbula, la barbilla es la que más se mueve”, explicó el ingeniero.

“Y si tienes que usar algún equipo de seguridad (como un casco), entonces obviamente la correa podría de hecho obtener mucha energía”.

Masticando electricidad
Por eso Delnavaz y Voix decidieron extraer energía de la masticación, utilizando lo que llaman “efecto piezoeléctrico”: cuando ciertos materiales se estiran o presionan (“piezo” viene del griego, estrujar) adquieren una carga eléctrica.

Utilizaron un material piezoeléctrico para la correa y la unieron a unas orejeras para fabricar su prototipo que probaron con la mandíbula de Delnavaz.

Así, masticando chicle por 60 segundos, obtuvieron 18 microvatios de electricidad.

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