“Por eso
estamos como estamos, por eso nunca progresamos…”, son los estribillos de una canción,
que hiciera famosa en los años 70s el fenecido humorista Milton Peláez, y esa
misma situación se está viviendo en
Paterson, New Jersey, con la escogencia de un candidato dominicano único para
la alcaldía de esa ciudad.
Tienen un
tira y hala, que si los “notables”, que si los “honorables”, que si los líderes
comunitarios, que el concenso, que ya tenemos nuestro representante, que
todavía no, que si firmó, que no firme.
Y el tiempo
pasa y nada, ya la comunidad está
cansada de que se le utilice, de que “trabajen” para ellos, cuando en realidad
lo hacen para sus beneficios personales.
La comunidad
está harta de que un día estén con
sutano y al otro día estén con mengano, muchos de esos llamados líderes
comunitarios se parecen a aquel discípulo; sí, ese mismo que andaba con Jesús
para todas partes y lo negó antes de que cantara el famoso gallo.
Los políticos
y líderes comunitarios deberían ser más serios y responsables, no estar como
las vedettes, saltando el tubo y sí luchar por su gente.
No es posible
que se forme un grupo de “notables”para seleccionar un candidato, cuando muchos
de los que lo integran están con Dios y con el Diablo, más claro, buscando
valla y luego venderse al mejor postor.
Que bajo
hemos caido! De qué nos vale tener el poder del voto, sino lo sabemos utilizar
en bien de la colectividad, solo para beneficio de unos pocos.
Los
dominicanos en Paterson tienen la sarten por el mango, son más que muchos, y
pueden decidir con el voto para lograr conquistas, tener mejores escuelas,
disminuir la delicuencia y obtener otros. beneficios, Pero de qué sirve si los
elegidos (que están llamados a trabajar por ese bienestar) solo quieren llegar
para evadir impuestos y obtener favores personales.
Así no.
Debemos luchar por los desposeídos, por aquellos que no tuvieron las mismas
oportunidades, pero que depositaron su confianza en las urnas.
Todo el mundo
sabe quién es quien, ya lo dice el refrán: "Pueblo chico, infierno
grande”, y grandes son las preevendas
que obtienen los oportunistas enganchados a políticos y líderes comunitarios.
No quisiera
meterlos a todos en el mismo saco, hay personas con don de servicio que sí
trabajan por su gente, pero también hay otros disfrazados de cordero que son lobos
y engatuzan a los de buena voluntad.
Hay que tener
cuidado con esos lobos, por aquello de que "divide y vencerás". Hay
que ser cauteloso, a veces, abusan de la nobleza, el político debe ser sagaz,
astuto y con cierta malicia, para que no se deje manipular por esos tipos de
“notables”, los “dignos” y “verdaderos” representantes de nuestra sociedad.
Para nosotros
esos “dignos” representantes de nuestra sociedad son una especie de
sanguijuela… y al que le sirva la montura, que se suba en el caballo.
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