Por Alejandro
Benjamín
La
composición social de la ciudad de Paterson en el Estado de New Jersey, siempre
ha sido importante. Desde los tiempos de la creación de las bases del
desarrollo industrial de USA, pasando por guerras y diferentes movimientos
migratorios (europeos, afroamericanos, latinos y asiáticos/árabes) todos se han
dado cita con la historia, en una ciudad donde al Passaic River le apetece
hacer una curva. Su gente siempre ha tenido esperanzas.
Su historia
está reflejada en las reliquias en exposición en el Paterson Museum de la
Market Street, donde se conjugan el tiempo pasado con lo presente.
La ciudad con
sus calles rectas y culebreadas, al pie del Garrett Mountain, que le sirve de
sombra, está en este momento en necesidad de un Renacimiento. De emular muchas
ciudades de la nación, que afectadas por el abandono de sus clases rica y media
y la desaparición de sus industrias principales, caen en un letargo y respiran
desesperación. Que habiendo experimentado un declive en su calidad de vida, el
medio ambiente, seguridad, vivienda y comercio, sacan de muy adentro y renacen.
Debemos creer
que un Renacimiento es posible; que un Renacimiento es eminente.
Los pueblos
son tan importantes como sus líderes. Estos se fraguan en condiciones adversas
con el propósito de encontrarse con su destino. Este es el caso de la Dra.
María Teresa Feliciano, una de esas personas que el tiempo ha hecho. En
ella se conjugan la preparación, esfuerzo y desarrollo personal, con la
adquisición de muy buena preparación académica y ejercicio profesional.
Este es un
momento histórico donde existe la oportunidad numérica y real de brindarle a su
ciudad de Paterson, las destrezas adquiridas en experiencias múltiples.
Dentro de las
causalidades (no las casualidades), de crearse un vacío de liderato,
desesperanza y porque no, de genuino interés en la aportación al bien común y
calidad de vida, surge esta mujer de las entrañas del pueblo, de familia
emigrante y gente humilde y valiente.
Indiscutiblemente
que es una oportunidad, donde no solo la comunidad Latinoamericana, que somos
más de un 57% de la población, sino la comunidad en general considere a esta
mujer que por los pasados 30 años, ha intervenido en alguna capacidad, en los
diferentes movimientos sociales de la Ciudad de Paterson, New Jersey, además de
su rol de defensora de una agenda nacional.
Más aun, la
oportunidad de trabajar juntos, como miembros contribuyentes de una comunidad
diversa, representa un logro para todos. El logro de que ella asuma el liderato
más importante de la ciudad en las elecciones del 2014.
Estamos a
tiempo para visualizar esta oportunidad y posponiendo diferencias de forma,
miremos el fondo. Los pueblos deben poner frente a ellos personas con las
competencias y genuino deseo de servir. La Dra. María Teresa representa la
conjugación de estos valores.
Para que un
pueblo se levante, necesita de alguien que tenga el valor y determinación de
hacer cosas en momentos difíciles. Estamos en un momento difícil pero no
imposible. Paterson renacerá nuevamente en la medida en que cada uno de sus
componentes se atreva a ser parte de una labor de reconstrucción. Naturalmente,
las oportunidades de triunfo, no pueden quedarse en puros deseos.
Esta mujer,
representante de un género ausente en el poder, debe considerase para el
triunfo, que no depende solo de ella, sino del esfuerzo colectivo de hacer
nuevamente historia con el mejor producto de nuestra comunidad. Con la
oportunidad de servir.
María Teresa
debe ser nuestra próxima alcaldesa.
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