Nueva York —
Tres meses después de que en Washington se recortaran $5,000 millones en los
presupuestos para los cupones de comida de los que se benefician 47 millones
de personas mensualmente, este viernes, llegará un segundo tijerazo de $8,700
millones que se aplicará a lo largo de la próxima década.
El recorte se
contempla en la Farm Bill que el presidente, Barack
Obama, tiene previsto firmar. Esta es la ley que regula la
agricultura y estas ayudas de alimentos, y fue aprobada por el Senado,
el martes por la noche, después de intensas negociaciones.
En esta
ocasión, las reducciones no afectarán a todo el país sino al 40% de los
beneficiados a nivel nacional, es decir a unos 850,000 hogares en 17 estados.
Nueva York es uno de los más que más va a sufrir por esta segunda ronda que
puede afectar a unas 300,000 familias. La senadora estatal, Kirsten
Gillibrand, votó en contra de la ley.
Las personas
afectadas verán una disminución de sus beneficios de, aproximadamente, $90
mensuales según los cálculos de la CBO, la Oficina
Presupuestaria del Congreso.
El motivo por el que afecta sólo a unos cuantos estados
es porque en realidad estos recortes lo que eliminan es una práctica con la que
se ampliaban los beneficios incluidos en estos cupones con subsidios de calefacción o electricidad.
Nueva York es uno de los estados que más usa esa
práctica, con el programa Heat and Eat por los altos costes de vida en la
ciudad. Pese a que han
ayudado a muchas familias porque los cupones de alimentos no son suficientes,
en ambas Cámaras del Congreso, la mayoría quería acabar con esta práctica que
nacía de un vacío legal.
En el estado
de Nueva York, 1.9 millones de personas (uno de cada cinco residentes)dependen de los cupones de alimentos, los llamados
programas de asistencia nutricional oSNAP,
y antes de los recortes de noviembre, estas ayudas mensuales eran de $281.
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