La ex
asambleísta estatal de origen dominicano, se declaró culpable en junio pasado de fraude por haber
arreglado su matrimonio con fines de legalizar su estatus migratorio y
por mentir ante un tribunal de bancarrotas.
La ex legisladora
por el distrito demócrata 72 en el Alto Manhattan, se declaró culpable de
fraude matrimonial a inmigración, un caso de hace 20 años, cuando pagó $4.000
dólares a un hombre para resolver su estatus legal, aplicando para la
residencia permanente y también de mentir en una declaración de bancarrota, en
la que obvió que tiene un apartamento en un edificio cooperativo que ella y su
esposo, estaban pagando.
Los abogados
defensores argumentaron que Rosa, quien representó el Alto Manhattanen la Asamblea
estatal, cometió un error con el fin de alcanzar el “sueño americano”,
argumento que no fue bien recibido por la .
“Tratar de
justificar un acto criminal como una manera de buscar el ‘sueño americano’ no
es aceptable” respondió la jueza Denise Cote. “Eso no le hace favor alguno a
todos aquellos inmigrantes que cumplen con la ley”, agregó.
Rosa, por su
parte, no pudo contener el llanto. “Lo único que me duele es mi hijo”, dijo
tras escuchar la sentencia mientras abrazaba a una de las decenas de personas
que abarrotaron la sala para darle apoyo.
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